A parte de trabajar la zona para fortalecerla, hay una serie de hábitos de vida saludable que pueden ayudar a conseguir un tan deseado vientre plano, vamos a repasarlos.

La dieta.

Somos lo que comemos, por ello hay que cuidar la alimentación. Vitaminas, minerales, fibra, proteínas no deben faltar en nuestra dieta, hidratos de carbono complejos y azúcares también lo estarán en una menor medida. Azúcar refinado y las grasas saturadas tendrán un papel muy secundario y se tomarán en muy contadas ocasiones.

Ejercicio aeróbico.

El ejercicio físico, siempre importante. Haremos incapie en los ejercicios aeróbicos ya que acabarán con la capa de grasa que recubre el vientre y así podremos destapar los músculos abdominales. Otras ventajas a tomar en cuenta son que fortalecen el aparato respiratorio y el circulatorio.

Ejercicios abdominales.

La otra parte de los ejercicios, los anaeróbicos, es decir, trabajar de forma directa los abdominales. Como ya hemos visto en otras entradas del blog no hace falta “machacar” los abdominales diariamente, con un par de veces a la semana nos servirá para fortalecer y tonificar los abdominales. Recordar, los ejercicios han de ser concentrados y lentos para conseguir un mejor resultado.

Alcohol y tabaco, fuera!!.

El alcohol aporta calorías extras, ¿cómo? el alcohol se transforma en acetato que es lo que va a consumir el cuerpo para obtener energía en lugar de la glucosa, por lo que este exceso de glucosa se acumulará en forma de grasa.

Evitar los gases.

Debemos de mantener un correcto tránsito intestinal, esto se consigue con fibra, que se encarga de eliminar todas las sustancias de desecho de nuestro organismo y que son las que nos hinchan. También hay que evitar las bebidas carbonatadas, lo mejor el agua y las infusiones.

Via: vitónica